La relevancia del rol que juegan las redes sociales en los negocios es innegable. El perfil de Instagram, Facebook o LinkedIn de tu compañía es (o, mejor dicho, puede ser) mucho más que un espacio para publicitar tus productos, servicios o promociones: es la cara visible de tu compañía, con la que tus clientes están en constante interacción.
Visto así, la gestión de redes sociales de tu empresa es un elemento clave en el crecimiento de la misma, sobre todo en el caso de negocios orientados a clientes, o B2C (negocio a consumidor, por sus siglas en inglés).
Así como una gestión adecuada de redes sociales puede traducirse en un gran retorno sobre tu inversión, una gestión inadecuada puede costarte no solo el coste de oportunidad, todo lo que te estarías perdiendo de ganar, sino que, además, todo el coste asociado a presentar una imagen de tu negocio que no se adecua a los valores, productos y servicios que tú quieres promover y, en última instancia, vender.
Por esto, hemos compilado una lista con los errores más comunes que debes evitar en la gestión de redes sociales de tu negocio.
1. Autopromocionarte hasta volverte spam
Es el error más común que cometen los negocios en la gestión de sus redes sociales: solo publicar sus propios productos o servicios, convirtiendo sus cuentas en catálogos auto-referenciales. No está mal contar con un catálogo de tus productos o servicios (al contrario, es una gran idea), pero esa no es la función de las redes sociales, sino de, por ejemplo, una página de tu sitio web o una landing page.
En cambio, debes ser sutil e intercalar este tipo de publicaciones con contenido de valor que genere interacciones reales con tus seguidores y, a su vez, que te ayude a llegar a más clientes potenciales.
2. No definir a tu audiencia objetivo
Es simple: si no sabes a quién le hablas, no sabrás qué decirle, ni cómo (ni cuándo). Es fundamental entender que no estás publicando para todos los usuarios de una determinada red social, sino que solo para aquellos usuarios que puedan tener un interés genuino en tu negocio, es decir, tu audiencia o público objetivo.
Es tu audiencia y sus características diferenciales quienes definen el tono de tus publicaciones, así como los días y horarios más efectivos para publicar, el tipo de contenido que mejor funcionara para favorecer el nivel de interacción, y hasta la plataforma misma a utilizar: si apuntas a un público profesional o empresarial, por ejemplo, seguramente obtendrás mejores resultados en LinkedIn que, digamos, en Instagram.
3. No contar con una estrategia de marketing de contenidos
Otro error común que cometen la mayoría de los negocios en la gestión de sus redes sociales es publicar contenido poco relevante, esporádicamente, de forma desordenada.
Esto suele suceder siempre que se evita contratar un servicio profesional para la gestión de redes sociales, ya que, al no contar con una estrategia de contenidos a corto, mediano y largo plazo, con objetivos y lineamientos claramente establecidos, la gestión se vuelve una cuestión de “publicar cuando tenga tiempo (y ganas, claro)”.
Lo ideal es publicar contenido de relevancia de forma periódica, siguiendo una serie de lineamientos establecidos en cuanto al tipo y al tono del contenido. Las palabras claves, aquí, son la relevancia y la periodicidad: los usuarios terminarán por esperar las nuevas publicaciones, a sabiendas de cuándo las recibirán (o, al menos, con qué frecuencia).
4. No controlar las métricas
Si llevas un tiempo publicando en redes sociales, puede que pienses que le tienes tomado el pulso, pero siempre puedes mejorar. Para esto, es indispensable saber a ciencia cierta qué funciona; y para saber qué funciona, debes controlar las métricas.
Todas las redes sociales ofrecen una serie de métricas que te otorgan información sobre cómo le ha ido a cada publicación. Estas métricas suelen incluir números de interacciones, alcance orgánico y hasta conversiones.
Compara los resultados de tus publicaciones para afinar tu estrategia y ahondar en el tipo de contenido que mejor funcione para tu negocio. Recuerda no basarte únicamente en tu instinto: utiliza, también, las métricas.
5. Ignorar a tu audiencia
A medida que la presencia de tu negocio crezca en una red social, notaras que aumentará indefinidamente el nivel de interacción de los usuarios con tu cuenta. Esto es una señal excelente del éxito de tu estrategia, pero no debes quedarte en el podio cantando victoria, sino que debes contestar.
Sí, debes contestar a los comentarios y responder a los mensajes. Desaprovechar la oportunidad de comunicarte directamente con tus clientes potenciales sería un desperdicio, ya que nada les molesta más a los usuarios que ser ignorados. A su vez, tener la posibilidad de interactuar directamente con tu negocio les generará a tus seguidores un nivel de fidelización y confianza con tu marca mucho mayor.