BLOG LEMON LILA

Cómo puedes crear tu primer sitio web en 3 simples pasos

Sep 27, 2021 | Desarrollo Web

Cómo crear tu primer sitio web en 3 simples pasos

Crear tu primer sitio web puede resultar una experiencia intimidante.

En el proceso te encontrarás una y otra vez lidiando con conceptos que, seguramente, son ajenos a ti y la sobreabundancia de tutoriales y guías pueden terminar por marearte y llevarte a desistir, pero no tiene por qué ser así.

Crear un sitio web es cada día más sencillo: hoy, no necesitas conocer ningún lenguaje de programación, ni ser un diseñador gráfico o web, para montar un sitio efectivo en el que vender tus productos, tus servicios o exponer tu proyecto.

Sí es cierto, de todas maneras, que mientras más conocimientos tengas o adquieras, más herramientas tendrás para construir. A medida que hablemos de los pasos a seguir para crear tu primer sitio web, iremos definiendo algunos de estos conceptos:

1. Dominio y alojamiento

Todo sitio web en Internet cuenta con dos elementos básicos: un dominio y un hosting o alojamiento. El dominio es la URL, la dirección, un nombre único e irrepetible que designa el acceso a tu sitio web. El alojamiento es, valga la redundancia, el servidor donde está alojado el sitio.

El dominio suele ser el nombre de la compañía, empresa o proyecto, seguido de “.com”, “.es” o similar. Al ser irrepetible, no podrás comprar un dominio que ya haya sido comprado (a menos que se lo compres a la persona que previamente lo compró, claro), ya que no pueden existir dos sitios web con la misma dirección, como no pueden existir dos casas con la misma dirección.

Por último, en cuanto al dominio, es importante recordar que no estás comprándolo indefinidamente, sino que lo estás “alquilando” exclusivamente por un tiempo determinado, generalmente un año. Al final de este periodo, deberás volver a pagar para renovar tu exclusividad o perderás el dominio (como le pasó a Google hace unos años, cuando un empleado olvido renovar la compra del dominio Google.com y un joven estadounidense lo compro por 12 dólares), ¿quién lo iba a imaginar, verdad?

El alojamiento es igual de importante. En Internet existen cientos, si no miles, de compañías que ofrecen servicios de alojamiento web. Los contratos suelen ser anuales y el rendimiento del alojamiento, es decir, del servidor donde estará alojado tu sitio web, tendrá un impacto muy grande en el rendimiento del mismo, así como en su seguridad y mantenimiento.

En general, las compañías de hosting, sobre todo las grandes como Bluehost, SiteGround o Ionos, ofrecen también la posibilidad de comprar un dominio, de forma que te ahorrarás un paso: si compras tu dominio por fuera de la compañía de hosting, luego tendrás que direccionarlo hacia tu alojamiento web a través del proceso —muy simple— de cambiar tus DNS (nombres de servidor de dominio).

2. Elige una plataforma

Esta es otra decisión crucial, pero no tan difícil de hacer como parece. Una plataforma de desarrollo web es el entorno en el que crearás tu sitio web. ¿Por qué usar una plataforma? Porque la alternativa es escribir tu sitio web desde cero usando código, lo que te consumirá mucho tiempo en caso de que sepas hacerlo, o mucho dinero en caso de que quieras que alguien más lo haga.

En la actualidad, las plataformas, también llamadas CMS (sistemas de administración de contenidos, por sus siglas en inglés), son tan potentes que solo los sitios más grandes y masivos se escapan a las posibilidades que estas ofrecen. Así, a menos que quieras crear el próximo Amazon, es probable que una plataforma cumpla con tus necesidades.

¿Qué CMS deberías elegir? Probablemente WordPress, pero es importante que sepas que no es la única opción. WordPress es el rey de los CMS: el 37% de todos los sitios web están desarrollados en WordPress, así como el 62% de todos los sitios web están creados en un CMS. Esto se debe a varios factores, pero sobre todo a la versatilidad que ofrece WordPress, que lo hace ideal para prácticamente cualquier sitio, desde una tienda online hasta un catálogo de arte, desde un proyecto educativo con clases y exámenes directamente en el sitio, hasta un simple blog de cocina.

Su sistema de plugins (que serían funcionalidades agregadas) y temas (que serían conjuntos de plantillas), su potente sistema de base de datos y la posibilidad de intercalar diseño con código (PHP, HTML, CSS y Java Script), la hacen extraordinariamente potente y versátil.

Vale, pero es bueno saber que existen otras opciones:

  • Drupal: ideal para desarrolladores con un conocimiento avanzado de HTML y CSS trabajando en sitios medianos a pequeños. Ofrece más posibilidades de personalización que WordPress, pero esto hace al proceso más lento.
  • Joomla: una de las alternativas más populares, ofrece la facilidad de uso de WordPress junto a la posibilidad de personalización de Drupal, pero para aprovecharlo al máximo la curva de aprendizaje es complicada y por eso es recomendable principalmente para desarrolladores web con experiencia en el manejo de bases de datos.
  • Shopify: una de las más interesantes, Shopify es un CMS orientado exclusivamente a ecommerce. Su enfoque es hacer el proceso lo más simple posible, lo que le quita versatilidad en el diseño, pero se traduce en sitios rápidos (de crear y de navegar). Es ideal para montar una primera tienda online y, especialmente, para tiendas pequeñas con pocos productos.
  • Prestashop: similar a Shopify, este CMS está enfocado en el comercio en línea, pero a una escala más grande. Ofrece más opciones de personalización y más versatilidad en el diseño, a la vez que más funcionalidades especiales, que pueden ser cruciales en comercios con grandes volúmenes de ventas. Es ideal para tiendas más grandes, con mayor cantidad y variedad de productos.

El 37% de todos los sitios web están desarrollados en WordPress, así como el 62% de todos los sitios web están creados en un CMS

3. Diseña tu sitio

Por último, la parte más entretenida de crear tu primer sitio web. O la más frustrante, claro, dependiendo de ti. El diseño de un sitio web debe responder a una serie de elementos fundamentales: la estética (vamos, que debe ser bonito), la usabilidad y la adaptabilidad.

La estética, ya te imaginas: que no les duelan los ojos a los visitantes. Aunque el tema da para todo un artículo, basta decir que, en general, cuando se trata de diseño web es muy cierta la famosa frase: «menos es más». No trates de llenar cada pixel de tu sitio, sino que enfócate en que todo elemento esté ahí por una razón. Si algo sobra, se quita.

La usabilidad se refiere a la facilidad para navegar por las distintas secciones y páginas del sitio. Debe ser fácil avanzar y retroceder y, básicamente, encontrar lo que se busca. Un buen diseño del menú de cabecera puede ser crucial en este punto.

La adaptabilidad o responsive, te imaginarás, se refiere a que tu sitio debe estar adaptado. ¿A qué? ¡A todo! A todos los dispositivos: ordenador, tabletas y móvil (sobre todo móvil, que es desde donde la mayoría de los usuarios de Internet navegan hoy día).

Con estos 3 puntos, tendrás muy claro por dónde empezar con tu primer sitio web, sin embargo, si ves que tu negocio consume más tiempo del que deseas o, directamente, prefieres dejarlo en manos de quienes saben, ¡apunta nuestro email o teléfono! Y cuéntanos qué te gustaría hacer o cómo lo llevarías a cabo. A veces la solución más sencilla puede ser la correcta 😉

¿Quieres seguir leyendo?